Liposucción

Hasta hace pocos años las deformidades por acúmulos grasos localizados no tenían una solución quirúrgica aceptable, siendo la liposucción la técnica que ha revolucionado la corrección de estos problemas. La liposucción no es un tratamiento de la obesidad, sino que está destinada a corregir aquellas regiones corporales en las cuales persisten acúmulos grasos habitualmente rebeldes a los regímenes dietéticos.

Mediante esta técnica se puede aspirar grasa de distintas partes del cuerpo: caderas, muslos, rodillas, tobillos, brazos, abdomen, cara, etc. En algunas ocasiones es complementaria a otras intervenciones (estiramiento facial, abdominoplastia, etc.).

La liposucción habitualmente se realiza con anestesia local y sedación, pero en casos muy extensos se llevará a cabo con anestesia general. La técnica, que siempre se realiza en un quirófano, consiste esencialmente en la aspiración de la grasa mediante la introducción de una cánula que está conectada a una máquina de vacío o a una jeringa especial, según el caso, y realizando numerosos túneles en el área previamente marcada. Una vez realizada la operación, se utilizará un vendaje compresivo o una prenda elástica según el área tratada.

Es normal que aparezcan cardenales e inflamación de los tejidos en la zona aspirada. No se deben evaluar los resultados de una liposucción antes de que hayan transcurrido un mínimo de tres meses. Si la elasticidad cutánea estaba disminuida pueden quedar irregularidades o pequeñas depresiones que pueden requerir corrección adicional mediante liposucciones selectivas y/o inyecciones de grasa.

¿Qué es la liposucción?

La liposucción, también conocida como lipoescultura, es una técnica quirúrgica empleada para eliminar depósitos de grasa de determinadas zonas del cuerpo, incluyendo las mejillas y el cuello, los brazos y las mamas, el abdomen, las nalgas, las caderas y los muslos, y las rodillas y los tobillos. La liposucción no es un sustituto a la pérdida de peso, sino un método para retirar acúmulos localizados de grasa que no responden ni a la dieta ni al ejercicio. Si usted esta considerando la posibilidad de someterse a una liposucción, obtendrá información básica acerca de la cirugía, cuándo está indicada, cómo se realiza y qué resultados se pueden esperar. Sin embargo, es imposible que todas sus preguntas queden contestadas, puesto que en gran parte dependen de factores personales y de las preferencias del cirujano plástico.

¿Quién es candidato a realizarse una liposucción?

Los candidatos ideales para someterse a una liposucción son aquellas personas que poseen un peso relativamente normal pero que tienen acúmulos de grasa en áreas localizadas. Si usted posee un estado general de salud bueno, tiene una estabilidad psicológica, y es realista en sus expectativas, será un buen candidato. Lo más importante para obtener un contorno final óptimo es poseer un piel firme y elástica (la piel que “cuelga” no se redistribuirá sobre el nuevo contorno corporal y podría requerir algún procedimiento quirúrgico adicional para eliminar el exceso de piel). La liposucción no está recomendada si se ha tenido una cirugía reciente en la zona a tratar, si se tiene mala circulación en esa zona o si se padecen problemas cardiacos o respiratorios. Es importante saber también que la liposucción no mejora la celulitis. La liposucción mejorará su apariencia y la confianza en uno mismo, pero no conseguirá que nos parezcamos a otra persona o que nos traten de manera diferente. Antes de decidir si se va a realizar una liposucción piense qué quiere conseguir y discútalo con su cirujano plástico.